Las fotos de Knickers, un novillo australiano gigante, se han convertido en la sensación en Internet.
Y es que las imágenes en las que este ejemplar se encuentra rodeado por otras vacas de color marrón han dejado a todos boquiabiertos por la gran diferencia de tamaño entre unas y otro, pero todo tiene una explicación. Diferentes medios comenzaron a cubrir la noticia de este enorme novillo y a verlo como algo curioso y divertido. Sin embargo, estas imágenes llegaron hasta la opinión de los expertos, y diferentes veterinarios y biólogos del mundo comparten su opinión: Knickers no es una vaca y ni es tan maravillosamente gigante.
Este novillo tiene un peso de poco más de 3,000 libras y sobrepasa los 6.5 pies de altura, es decir, es considerado un rumiante gigante, aunque hay quienes señalan que su grandeza es relativa porque es comparado con vacunos mucho más pequeños que los de su raza.
En este caso, Knickers fue comparado con ejemplares de la especie Wagyu, que es el que vemos a su alrededor, y que apenas supera los 4.5 pies. De allí que su tamaño aparentara ser descomunal, aunque no lo es en realidad.
Fue la experta en genómica y cría de animales de la universidad Wageningen en Holanda, Aniek Bouwman, quien explicó al Washington Post: “Esta historia necesita cierta perspectiva”, además de señalar que es importante tener en cuenta que Knickers no es una vaca, sino un novillo y que los machos poseen mayor tamaño que las hembras.
Bouwman también indicó que la raza Holstein o vaca frisona es muy común en las regiones europeas del centro, principalmente Alemania, Bélgica y Holanda, donde esta especie destaca por su alta producción en leche, carne buena y excelente adaptabilidad.
La especialista señala que estas características han hecho que actualmente sea la raza más común en todo el mundo, es decir, este tipo de novillos como Knickers son más resistentes y suelen pesar entre 1,300 libras las hembras y 3,000 libras los machos.
Mientras que los dueños de este enorme ejemplar aseguran que los padres del novillo no eran particularmente grandes, ni él era tan grande al nacer. “Solo era un becerro común que se convirtió en un gigante”, asegura Geoff Pearson, propietario de Knickers.
Los expertos en el tema creen que este caso en específico podría ser consecuencia de una glándula pituitaria la que controla el crecimiento, que en este caso fue un poco acelerado. Aunque habría que mencionar que Knickers no es el bovino más grande del mundo. De hecho, ese honor le pertenece a un toro llamado Bellino, que mide 6.6 pies y vive en Italia.
